El primer elemento a considerar en la labor del marketing por e-mail es la base de datos de los destinatarios de nuestros mensajes.
Existen empresas que gestionan bases de datos donde los usuarios han aceptado formar parte de ella, pero en general su efectividad es baja y únicamente debemos verlas como elementos complementarios de generación de tráfico. En caso de optar por estos servicios es importante tener asesoramiento legal respecto a la ley orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, para la Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD).
Además del posicionamiento en los buscadores y presencia en las redes sociales, contar con una base de datos de correo electrónico asegura el liderazgo a largo plazo. Por lo que es una excelente inversión construir una buena base de datos propia.
Los indicadores para evaluar la calidad de las bases de datos de e-mail:
- Índice de apertura de los e-mails que enviamos. Hay que calcularlo por cada segmento de la base de datos que nos permita establecer comparaciones y corregir.
- Índice de caída. Usuarios que solicitan ser dados de baja.
- Conversiones. Tales como comprar, llenar un formulario o ver una demostración online.
- Índice de reenvío. Cuántos usuarios espontáneamente deciden compartir los correos y el número de ocasiones que lo hacen.
- Tiempo de navegación y páginas vistas en la web que genera el envío de un e-mail.
Frecuentemente se centra el interés en el crecimiento numérico de la base de datos e invertimos poco en el conocimiento.
El objetivo final es una base de datos creciente, pero robusta en la información de cada perfil de usuarios para mantener el interés de los mensajes.
Jeff Bezos, fundador de Amazon insiste en que el éxito de su negocio no es la venta de libros, sino el conocimiento de los clientes y, de sus preferencias y hábitos de lectura.
El formato de los e-mails debe considerar el público que los va a recibir, cuándo y en qué situación los leerá.
Debemos estudiar cada mensaje, su contenido y cuándo es apropiado enviarlo. Por ejemplo:
- Plantear ofertas de ocio en los días próximos al fin de semana.
- Estudiar la frecuencia de envío de boletines de la competencia y anticiparnos.
- Evitar coincidir con eventos relevantes que puedan atraer la atención de nuestro target.
- Probar diversos momentos del día según basados en el índice de apertura.
- Huir de periodos vacacionales o de fechas clave, donde se acumulan miles de e-mails por leer.
Bibliografía
Internet Marketing 2.0 / Josep-Lluís de Gabriel i Eroles . Gabriel i Eroles, Josep-Lluís de. Barcelona 2010. Editorial Reverté. 236 p.
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